Desde el departamento de Educación Física, y durante este tercer trimestre, se ha  creído necesario realizar una reflexión por parte de  todos los maestros y maestras del centro, sobre el peso de las mochilas de los alumnos y alumnas de nuestro centro. Para ponernos en situación,  a cada uno de los maestros y maestras, a partir de 3º y hasta 6º, ya sean tutores o especialistas,  se les ha puesto a su disposición una bascula y la ficha con su horario semanal “¿Cuánto pesa tu curso?” para los tutores y “¿Cuánto pesa tu asignatura?» para los especialistas. A continuación el profesorado ha tenido que observar  y pesar todos los materiales que ellos consideraban necesarios para realizar con éxito la impartición de su materia. Una vez realizado este pesaje, se han anotado en las fichas, y el profesor de E. F. ha marcado en rojo lo que a su entender era excesivo peso para una sola materia y ha sumado el total de de cada uno de los cursos y asignaturas, observando a cuantos niños afectaba ese peso de más y a cuantos no les afectaba, llegando a la conclusión de que eran más los niños afectados negativamente que al contrario (debemos tener en cuenta que los niños no deberían transportar más del 10% de su peso corporal, ej. un niño de 40 kg de peso no debería transportar más de 4 kg de peso).

Posteriormente  y ya en claustro el profesor de E. Física  ha expuesto las conclusiones tanto generales como pormenorizadas del pesaje, se ha reflexionado sobre el mismo, y se ha llegado a la conclusión de que si verdaderamente lo tenemos presente, siempre podemos buscar formulas para reducir el peso de la mochila sin perder  para nada calidad en el cumplimiento de nuestra labor docente. También se ha visto que no siempre nos damos cuenta de la importancia que tiene el peso de las mochilas para el desarrollo saludable de nuestros hijos y alumnos, no dándole la importancia  que se merecen a estos temas.

En este estudio, donde se ha pesado absolutamente todo el material que transportan los niños, podemos extraer  tres conclusiones:

–    En general, hasta la realización de este estudio el profesado de nuestro centro no era del todo consciente de la influencia de sus materiales en el peso global que los alumnos deben transportar cada día.

–     Muchos niños traen en sus mochilas materiales innecesarios, que pesan pero que no se utilizan para nada (libros y libretas de otros días, botella de agua que podrían tenerla en clase y no transportarla, estuches excesivamente abultados y pesados, almuerzos exagerados para luego comer transcurridas dos horas…)

–    Algunos padres no vigilan ni controlan las mochilas de sus hijos, o que creen que si el bocadillo o el almuerzo es muy grande su hijo está mejor alimentado, sin observar que es mejor comer más veces pero menos cantidad.
Y para finalizar, una última reflexión, tanto padres como profesorado debemos remar en la misma dirección, controlando, corrigiendo y formando a nuestros hijos y alumnos en temas de salud y prevención que les serán de gran utilidad en su futuro.