El jueves 16 de octubre el alumnado de 5º y 6º de salió a realizar una ruta senderista que les llevó hasta los arrozales, llegando hasta la zona del embarcadero del río Segura y paraje de Rotas. Allí disfrutamos del entorno y pudimos aprender un poquito más sobre la siega del arroz de la mano de Juan Egea, presidente de la Cooperativa del Campo Virgen de la Esperanza, a quien agradecemos su disposición e interés para concertar esta salida.
Los alumnos conocieron curiosidades del cultivo de este cereal tan preciado y con denominación de origen, como las variedades cultivadas, épocas de cultivo, producción… así como de la maquinaria que se utiliza para recolectarlo: su valor económico, cómo se siega y separan las distintas partes de la planta en su interior…
Durante un día cambiamos las aulas por el aire limpio y puro de nuestro entorno, aprovechando para realizar actividad física y compartir momentos de diversión entre compañeros, disfrutando de las reformas y mejoras que se han llevado a cabo en la conocida playa del río Segura y la zona donde se practica piragüismo de aguas bravas. Allí almorzaron y jugaron en un entorno tranquilo rodeados de naturaleza.
¡Disfrutad la galería de fotos tanto como nosotros disfrutamos este día!
Una noticia que se nos había quedado en el tintero es que, a finales de octubre, el alumnado de Tercero y Cuarto de nuestro colegio fue caminando hasta el paraje de El Salgar para ver los arrozales dorados y listos para la siega.
Las maestras explicaron las características que hacen que el arroz de Calasparra sea el mejor del mundo, el proceso de la siembra y la siega, el tratamiento que tiene el arroz en los molinos arroceros de nuestro pueblo y se habló del Museo del Arroz de Calasparra. Los alumnos pudieron ver la cosechadora y los arrozales ya segados, conociendo el destino de la paja que queda en los campos.
Tuvieron la suerte de encontrarse con Juan García, quien explicó el trabajo que realizan a mano para preparar las orillas de las cajas de arroz y facilitar la siega de la cosechadora. Después enseñó y demostró cómo se segaba el arroz con el hocete. Todos volvieron a casa con espigas de arroz; símbolo de buena suerte.
Fue un paseo muy agradable, en el que también pudieron disfrutar de la fauna de los arrozales, además de todo lo que nos ofrece el maravilloso paisaje otoñal de la vega del Segura.
Pinchando en la imagen o en el siguiente enlace podéis acceder a algunas fotografías realizadas: